Al
comenzar este recorrido, cada viajero obtiene su Credencial del Peregrino.
La
misma se trata de un acordeón de papel-cartulina donde se anotan los datos
personales básicos y en el que hay lugar para sellos. Se usa para llevar un
registro de los lugares por los que se pasó (mediante la secuencia de sellos),
también para acceder a la red de albergues del camino, y además para solicitar
la compostela (o certificado del camino) al llegar a la ciudad de Santiago.
La
credencial se consigue en las catedrales o iglesias y también en los centros de
turismo municipales de los pueblos y ciudades del camino. También es posible
conseguirla en otros países y ciudades fuera del camino, por medio de las
Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago (en Argentina también tenemos la nuestra).
Está
credencial se sella al menos dos veces por día: en el albergue donde se duerme
y en algún punto intermedio que acredite el recorrido, por ejemplo alguna
iglesia, café, edificio cultural, etc. Después de eso, se puede sellar cuantas
veces se quiera, todos los sellos son distintos y forman una colección en la
credencial.
Puede
pasar que no alcance el lugar dentro de una sola credencial para todos los
sellos que se van juntando, en tal caso, se consigue otra nueva y se continua
con esa. Al llegar a Santiago de Compostela
se presentan todas las credenciales que se hayan usado.
LA COMPOSTELA
Se trata de un documento eclesiástico tradicional que reconoce la realización del Camino de Santiago, cuyo texto, y nombre de quien lo solicita, están escritos en latín
Se trata de un documento eclesiástico tradicional que reconoce la realización del Camino de Santiago, cuyo texto, y nombre de quien lo solicita, están escritos en latín
Para
obtenerla, es necesario haber completando al menos los últimos 100 kilómetros a
pie (o 200km en bicicleta) de cualquiera de las rutas jacobeas, lo cual se
verifica por medio de los sellos obtenidos al llegar a la Oficina de Acogida al Peregrino junto a la catedral de Santiago de Compostela.