PÁGINA 49: MAS ALLÁ DEL CAMINO, LONDRES

25/6/19







Después de haberme ido de Londres, finalmente me siento a escribir sobre ella. Mientras estuve allá, y como ya no iba a seguir hacia otro lugar nuevo, me relajé un poco -o mucho- con respecto al día de esta publicación.
La cuestión es que después de haber pasado el fin de semana en Muxia, volvimos hacia Santiago de Compostela (a la que siempre me alegra volver) para volar desde ahí hasta Londres.
Esta era una cuenta pendiente, ya que de las veces que fui a Europa nunca había llegado hasta ahí, y aunque esta vez también quedaba a trasmano, no dejé pasar la oportunidad y me fuí a visitarla durante 3 días.
La ciudad me recibió gris y con lluvia, asique la acepté y caminé varias cuadras así por Camden Town, hasta el hostel que elegí, instalado en un edificio victoriano restaurado. 
La primera impresión que tuve de la ciudad fue que, además de ser espectacular, también es inmensa, frenética y muy ruidosa. Después de tanto tiempo que estuve andando por pueblos y ciudades chicas y pacíficas, ya me había desacostumbrado a metrópolis por el estilo.
El primer dia entero que tuve lo dediqué a recorrer el paseo a lo largo del Río Tamesis (y sectores cercanos) viendo sus puntos más turísticos, como la Torre de Londres, los puentes, la galería Tate de arte moderno, el mercado Borough, la catedral St. Paul, Westminster Abbey (con el Big Ben cubierto de andamios), el London Eye. Más allá de lo increíble que fue ver esos lugares, sinceramente también me molestó bastante la cantidad de gente. 
Asique al día siguiente, evité el subte y fuí caminando desde Camden hasta el Palacio de Buckinham, pasando en el trayecto por algunos barrios en los que todas las casas son iguales,  y por varios parques (Regent's Park, Green Park y St. James Park), encontrando un ambiente mucho mas relajado, y después visité el edificio que más me gustó: el mercado Covent Garden.
Ese día también volví a encontrarme con uno de los peregrinos que pasó por el albergue de Grañón mientras trabajé ahí. Estando él dentro del rubro de la construcción en Londres, me invitó a un evento que resultó ser una inauguración en la Serpentine Gallery, del pabellón de este año (desde el año 2000 e iniciado por una obra de Zaha Hadid, cada año se presenta un nuevo pabellón en los jardines de la galería, proyecto de un arquitecto extranjero, diseñado y materializado mediante técnicas de construcción digital). Asique sin poder creer mi suerte, me fuí hasta los jardines Kensington (previa adquisición de un atuendo no-peregrino), para llegar hasta la Serpentine Gallery, donde se charló sobre arquitectura, pero mucho más se charló sobre el Camino y sobre el Cuaderno de Compostela, que por supuesto también asistió al evento y no se quedó guardado en la nueva cartera.
Durante el último día volví al mercado Covent Garden y también visité la Galería Nacional. Más tarde, caminé hacia la estación Victoria, desde donde me fuí hasta el aeropuerto Gatwick, y antes de darme cuenta completamente, ya había pasado todo.
El Cuaderno de Compostela -todo dibujado- y yo, estábamos de vuelta en Buenos Aires. 



















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EL CUADERNO DE COMPOSTELA Es un blog de Ana Laura Desimone. © | Maira Gall.