¿QUE ES EL CAMINO DE SANTIAGO?

RUTAS EUROPEAS DE PEREGRINACIÓN Y PATRIMONIO MUNDIAL 
El Camino de Santiago es, físicamente, una red de senderos de origen medieval que se ramifican dentro la península ibérica y que continúan su extensión por la totalidad del continente europeo, orientados todos hacia la ciudad española que le da su nombre: Santiago de Compostela. Siendo desde sus orígenes las más antiguas y principales vías de peregrinación de la cristiandad , y teniendo un gran patrimonio tangible e intangible, estas rutas fueron declaradas por la Unesco como Patrimonio Mundial y también por el Consejo de Europa como el primer Itinerario Cultural Europeo, atrayendo cada año a miles de viajeros de todo el mundo hacia sus recorridos. Las rutas mas transitadas y conocidas son aquellas que se encuentran dentro de España y Portugal. Y es en especial una de las rutas españolas (el Camino Francés) la que resulta mas concurrida que las demás, siendo así frecuentemente confundida como "el Camino de Santiago". 


ORÍGENES E HISTORIA 
Si bien las motivaciones para recorrer el Camino de Santiago hoy son muy diversas, en sus orígenes - que se remontan al siglo IX- tenían que ver únicamente con el propósito de llegar hasta la tumba atribuida al apóstol Santiago el Mayor. La devoción por este apóstol se debe a que fue uno de los doce discípulos que formó parte del círculo íntimo de Jesucristo y que, luego de la muerte del mesías, fue responsable de la evangelización de Hispania para transmitir la fe original recibida de Jesús, muriendo decapitado a causa de esta labor. Así fue que, cuando sus restos fueron hallados en el lugar donde luego se construyó en su honor la catedral de Santiago de Compostela, estas rutas de peregrinación se fueron abriendo y ramificando en su dirección. Los peregrinos que alcanzaban a través de estas rutas la tumba del apóstol, podían obtener la indulgencia plenaria, y con ella el perdón de las penas debidas a los pecados cometidos, incluso aquellos mas graves. Por estas razones, Santiago de Compostela era uno de los tres destinos principales de peregrinación católica, junto con Jerusalén (cuna del Cristianismo) y Roma (sitio del martirio de los apóstoles Pedro y Pablo). Así es que a estos lugares se viajaba a pie, a modo de penitencia, promesa o agradecimiento.
La necesidad de servicios en torno al Camino de Santiago fue aumentado junto con la cantidad de peregrinos. Poco a poco se fue creando en comunidad, y con el apoyo de los evangélicos de la Iglesia y la ayuda económica de los miembros de la realeza, una red de apoyo para aquellos que caminaban hasta Santiago de Compostela: iglesias, monasterios, viviendas, hospicios, hospitales, casas de huéspedes, naciendo también a lo largo del Camino nuevos pueblos y ciudades. Ademas, los peregrinos también contaban con la protección de algunas ordenes militares religiosas, principalmente la Orden de los Caballeros Templarios, dado que en su recorrido eran frecuentes víctimas de vandalismos y de controversias de la fé.
Así, el Camino hacia Santiago de Compostela fue teniendo períodos de mayor y menor participación, comenzando una gradual declinación en el siglo XVIII. 

EL CAMINO DE SANTIAGO HOY 
Su renacimiento empezó en el siglo XX, por un evento decisivo que fue la visita del Papa Juan Pablo II a Santiago en 1989 durante la Jornada Mundial de la Juventud: medio millón de jóvenes llegaron a Santiago desde todo el mundo, siendo la mayor concentración de peregrinos registrada hasta ese momento. Desde entonces el numero de peregrinos continua en aumento. Estos nuevos viajeros fueron reinventando y diversificando las motivaciones religiosas y espirituales, atraídos también por las motivaciones personales de superación propia, la búsqueda de aventura, el disfrute de la naturaleza y de la cultura, el deporte, entre muchas otras.
A pesar de las incomodidades, la gran mayoría de los nuevos peregrinos mantienen la tradición de recorrer el camino a pie, de la misma manera que se hacía en épocas medievales. Aunque algunos también lo hacen en bicicleta (muchas veces desviados por sendas alternativas a causa del relieve) y unos pocos lo hacen a caballo.

De cualquier manera, el camino da la posibilidad de hacer un viaje lento, donde lo que importa no es la lista de "lo que hay que hacer y ver" en cada lugar, ni siquiera es la ansiada llegada a la Catedral de Santiago, sino que es la experiencia personal de un recorrido espontáneo en el que día a día va pasando de todo -con uno mismo y con los demás-, que siempre sorprende y que nunca es igual. Por lo tanto, no hay manera de saber realmente que es el Camino de Santiago hasta que haya sido recorrido en persona.


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EL CUADERNO DE COMPOSTELA Es un blog de Ana Laura Desimone. © | Maira Gall.