Todos las rutas del Camino de Santiago se encuentran marcadas con señales en común, que indican el recorrido por dentro y por fuera de las ciudades y poblaciones que son atravesadas por él. Además de ayudar al peregrino a orientarse, estas señales forman ya parte de la historia de la ruta y se reconocen por sí solas como símbolos jacobeos.
De entre todos las señales que se encuentran, la flecha amarilla es el más importante y la mas frecuente, acompañando al peregrino en el recorrido al encontrarse pintada en árboles, en el suelo, en carteles, en muros, en rocas y demás lugares visibles. Su origen está ligado al Padre Elías Valiña, conocido por haber señalizado con la flecha amarilla todo el Camino Francés desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela en varias ocasiones, con el propósito de mejorar y promover el Camino de Santiago. Se dice que la elección del amarillo se debió a una casualidad, que recibió como regalo pintura sobrante de quienes pintaban con ese color las líneas de la carretera.
La vieira también se encuentra presente dentro de las señales. Inicialmente, y con un origen ligado a una leyenda sobre el apóstol Santiago en las costas de Bouzas, este objeto distinguía a los peregrinos que ya habían visitado la tumba del Apóstol, y con el tiempo se fue convirtiendo en el símbolo más universal y representativo del Camino de Santiago.
De entre todos las señales que se encuentran, la flecha amarilla es el más importante y la mas frecuente, acompañando al peregrino en el recorrido al encontrarse pintada en árboles, en el suelo, en carteles, en muros, en rocas y demás lugares visibles. Su origen está ligado al Padre Elías Valiña, conocido por haber señalizado con la flecha amarilla todo el Camino Francés desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela en varias ocasiones, con el propósito de mejorar y promover el Camino de Santiago. Se dice que la elección del amarillo se debió a una casualidad, que recibió como regalo pintura sobrante de quienes pintaban con ese color las líneas de la carretera.
La vieira también se encuentra presente dentro de las señales. Inicialmente, y con un origen ligado a una leyenda sobre el apóstol Santiago en las costas de Bouzas, este objeto distinguía a los peregrinos que ya habían visitado la tumba del Apóstol, y con el tiempo se fue convirtiendo en el símbolo más universal y representativo del Camino de Santiago.
