PÁGINA 5: ENCONTRANDO EL CAMINO EN LOGROÑO

31/3/19



Logroño es la capital de la Rioja, por esta ciudad pasa el Camino Francés, y además es mi segundo punto intermedio antes de llegar a Grañón.
Acá me volví a encontrar con las flechas amarillas, que emoción! También fuí a ver el puente de piedra (San Juan de Ortega) por el que el camino entra a la ciudad pasando sobre el Río Ebro y después anduve su continuación por el casco histórico.



Además de ser La Rioja una región conocida por sus vinos, en Logroño se encuentran -según dicen- los mejores pinchos del país, en especial en la Calle  del Laurel. La callecita en cuestión es una de las del casco histórico, es angosta, serpenteante, con  sus pisos y muros de piedra, y con un bar en cada puerta. Cada uno ofrece diferentes variedades de estos platitos, y la gente puede comerlos adentro de los locales o en barritas que tienen afuera (más parecidas a estantes), es que la calle es tan angosta que no hay espacio para poner mesas, lo cual la hace muy pintoresca.
Yo probé una oreja de cerdo braseada, con un vino Muñarrete. Me dijeron que la oreja era "tremendamente buenísima", y no exageraron.



A la vuelta de la calle del Laurel está la Concatedral de Santa Maria de la Redonda, que es la Catedral de Logroño, construcción que data del siglo XVI y declarada Monumento Nacional. Entré para verla, y me encontré con una misa celebrada con cantos gregorianos, en ese entorno, espectacular!



Hoy parte del desayuno es un sandwich (o bocadillo, como dicen acá) de boquerones (anchoas, digamos), por lo cual esta visita fué perfecta para mí. Y aunque me gustaría quedarme un día más, ya me voy a ir hacia Santo Domingo de la Calzada y desde ahí a Grañón. Entre esas dos localidades hay menos de 8km de distancia, asique probablemente llegue a Grañón caminando. Recorrer un poquito del Camino Francés nunca está de más.


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EL CUADERNO DE COMPOSTELA Es un blog de Ana Laura Desimone. © | Maira Gall.